Submotion Orchestra es uno de los proyectos más excitantes y atractivos de los muchos que se pueden encontrar hoy en día en la nutrida escena electrónica británica y lo es por méritos propios, porque su fusión de electrónica, soul, ambient, latin, jazz y dub atrae al gran público a sus impresionantes shows, siempre llenos de delicadeza, de elegancia y con sus 7 componentes entregados en cuerpo y alma.
Desde su formación en Leeds en el año 2009 Submotion Orchestra han labrado su propio lugar especial en el siempre cambiante paisaje musical del Reino Unido y después de sus 2 primeros álbumes Finest Hour y Fragments, retornan ahora más fuertes, más brillantes y más cálidos con este nuevo lp titulado Alium y publicado en Counter Records (Ninja Tune), en el cual han estado trabajando durante los últimos 2 años, encerrados en los campos de gales, respirando aire fresco y con sus 7 componentes contribuyendo con gran peso a la composición de las 12 piezas que lo forman.
En Alium consiguen disimular más todavía los límites existentes entre los distintos estilos electrónicos que tocan, buscando la interacción perfecta entre sonidos electrónicos y acústicos, volcando toda su sensualidad sobre la maravillosa voz de Rudy Woods, capaz de adentrarse en infinidad de niveles de emoción.
Todo el disco rezuma una gran calidez y humanidad, desde la apertura de Awakening y sus cuerdas trituradas en clave contemporánea, siguiendo por la mezcla de vocales sublimes y elementos electrónicos de Time Will Wait y llegando al ambient-soul vibrante de City Lights y Victim of Order.
A partir de aquí los bajos y los ritmos se llenan de nerviosismo con Chrome Units, mientras que Rust y Life After nos devuelven a un estado de relajación constante con sus golpes pausados, sus riffs de viento y la sensualidad de la voz de Rudy, una voz que desaparace en The Hounds para dejar el protagonismo a los sonidos de viento y la percusión.
Con Trust Lust recuperamos la vertiente vocal y llena de groove y en Swan Song nos relajamos de nuevo y nos acercamos a las orillas de una playa desierta mientras observamos como las olas chocan contra la arena con delicadeza, una delicadeza que tiene su punto cumbre en Bring Back The Wolf, uno de los momentos más exhuberantes del disco con su profundidad ultra-modernista.
Para la despedida nada mejor que agitar ecos de melancolía, emoción y gratitud con la voz de Rudy y los leves goteos de Worries, que sin duda nos invita a la calma y al sosiego.
Tracklist:
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