El legendario productor y vocalista británico Steve Spacek publica su nuevo trabajo titulado Mov Clsr EP a través de la plataforma Eglo Records (fundada en 2008 por Alexander Nut y Sam Shepherd).
Steve Spacek (aka Steve White, ex componente de la banda Spacek con la que publicó 2 discos, Curvatia en 2001 y Vintage Hi-Tech dos años más tarde) siempre ha sido un personaje con una inmensa habilidad para trascender más allá de todo género o estilo, buscando su propia fusión de tradiciones de las cuales bebió en su adolescencia allá por los 80 en el club Flim-Flam del sudeste de Londres, un lugar con una atmósfera enrarecida donde resonaban ritmos punk, soul o new wave y que ahora él actualiza con una mezcla de electrónica y post punk bajo un concepto de dualidad estilística en la que mira al pasado desde el futuro y al futuro desde el pasado.
Ha trabajado junto a célebres artistas como JDilla o Mark Pritchard, además de publicar algunos trabajos tan fantásticos como aquel Modern Streets (publicado en el sello independiente Ninja Tune) del año 2015 en el que su pasión por las nuevas tecnologías le llevo a grabar todas las partes del lp utilizando aplicaciones para iPad o iPhone con las que compuso, troceó y editó las pistas y diversos elementos que luego mezcló en su estudio con mucho tino hasta conseguir el sonido que buscaba.
Pues bien, eso mismo ha repetido en la composición y creación de este ep titulado Mov Clsr, un disco formado por 4 cortes que significan la tercera y última parte de una trilogia (tras Follow Me e If U Wan 2 Find Me) en la que el artista británico mezcla sin despeinarse House, Footwork, R&B, Techno, Garage y Broken Beats.
El track que sirve para dar título al ep muestra la delicada voz de la cantante Natalie Shade pintada sobre percusión distorsionada y melodías de sabor soul, mientras que el segundo corte titulado Garage Days ofrece latidos digitales en clave house junto a destellos descontrolados de footwork cósmico.
Boo Boo Step sigue por esa estela de sonidos binarios entre los que rescatamos sabores étnicos con melodías punzantes; cerrando el disco de forma magnífica a medio camino entre el juke y el footwork con los sintetizadores abrasivos y la percusión vigorosa de Nano Nights.
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