Sobre Coldplay y su nuevo trabajo

Estos días ha salido mucho material nuevo e interesante en el marco de música independiente, pero me he decantado por ellos. El 19 de mayo ha salido su nuevo álbum Ghosts Stories. Han sido silenciosos, discretos, pero sin apenas bombo, nos han mostrado su evolución, para muchos dudosa.

Y es que, un poco controvertidos se han vuelto, o quizás mejor dicho se ha vuelto el público. «Han cambiado»  «Se han vendido» «Vaya poperos, esto de independiente tiene nada» «¡Qué mainstream!» son algunas de opiniones lanzadas ante los londinenses. Pero vayamos por partes.

¿Qué es música independiente? Podríamos realizar un estudio de páginas y páginas y no acabar nunca. ¿Hace música más independiente Sky Ferreira que Coldplay? Y es que una cosa es cierta, hemos llegado al punto en el que la difuminada (ya) línea que separa lo hipster, lo mainstream y la estupidez se ha arraigado demasiado en nuestras vidas, y en las redes sociales, consiguiendo de estas herrramientas de apariencia y de construcción de prototipos de personalidad pseudoculta que al parecer ha nacido escuchando grupos que ni si quiera existen «Cuanto menos conocidos, mejor». Debe de ser agotador fingir que no te gusta un grupo pero…»¡Ay se las sesiones privadas de Spotify hablaran!» Pertenezco a una generación que pregona escuchar buena música (y lo hace), pero olvida que no desde siempre han escuchado a Tame Impala, y que intenta a toda costa esquivar su pasado al menos en cuanto a gusto musical, algo que sigo sin encontrarle sentido, y sí quizás causa. Pero ésto, lo reservo para ese estudio de páginas y páginas.

Yo, y muchos de esta generación hemos crecido con ellos. Nuestra adolescencia está plagada de sus canciones. Su Parachutes continúa hoy a pesar del machaque hater y poser considerado una joya, aunque los verdaderos fans tenemos debilidad por A Rush of Blood to the Head. Viva la vida significó para muchos (erróneamente) el comienzo de su declive (Realmente lo fue cuando hicieron esa canción con Rihanna), pero lo cierto es que para una servidora trasciende de ser un disco elaborado y especial a un cuento de una historia sin fin para quien lo haya captado.

Algo parecido pasa con Arctic Monkeys, nadie recuerda la fiebre que los jóvenes hoy, adolescentes ayer experimentamos al son de sus primeros discos. El pasado quiere ser ocultado, porque ahora «Son comerciales». Es natural que un grupo evolucione pero más lógico y necesario todavía para los oyentes es saber distinguir en qué terreno juega cada banda; No puedes comparar ahora a Los Monos con un grupo underground nivel desconocido y que hacen kraut por ejemplo, porque no juegan en el mismo terreno. Ellos como Coldplay tuvieron su momento de gloria, y ahora pese a que sus direcciones rítmicas y el público que los recibe con los brazos abiertos haya cambiado o mutado, siguen siendo buenos. Repito, En los suyo ahora.

Otra cosa en la que he reflexionado es la facilidad que esta mi generación y seguramente (Y lo que me preocupa) las próximas tiene para descalificar horas y horas de trabajo de artistas para soltar un «Es una mierda». ¿De verdad alguien con 20 años sentado en su silla, por muchas revistas musicales que lea, muchos discos que escuche tiene esta potestad? Yo creo que no. Además de significar una falta de respeto, connota inseguridad e inmadurez despotricar sin un veredicto fundamentado y realista. «Me gusta», «No me gusta», sí. «Es una mierda», no. Todo género puede ser apreciable para aquéllos que quieran beneficiarse de él (Con derecho) como también debería de tenerse en cuenta el contexto puntual en el que se desarrolla.

Hablemos algo del disco que ha respondido a tres años de parón de la banda. El álbum está conformado por 9 canciones de las cuales tres ya han sido lanzadas como singles estos meses atrás «Midnight» «Magic» y la movida «A Sky full of Stars». El cambio ha sido notorio tendiendo hacia una línea intimista (como nos tenían acostumbrados) pero con ritmos que combinan aceleración, susurros, golpes sonoros y algún que otro acertado silencio, que nos recuerda el estilo de sus compatriotas The XX. Parece que la ruptura del vocalista Chris Martin con Gwyneth Paltrow le ha inspirado para esculpir en sintonías sus sentimientos. Puede que Coldplay ya no sea tan independientes (Repito, la controversia y complejidad de este término me sigue pareciendo fascinante) pero ha conseguido algo que difícilmente logran otros grupos y es la fidelidad de sus fans (Para muestra, un botón), y es que su nuevo disco ha conseguido vender 82.000 copias el primer día de su lanzamiento.