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MR. Robot. Reinventando el Cyberpunk

Una nueva revisión seriada del subgénero de los ochenta

8 noviembre, 2015 / Felipe Arnuncio

A mediados de la década de los 80, sobre todo en los círculos académicos que trataban de teorizar sobre la Postmodernidad, aparece con fuerza un subgénero de la ciencia ficción llamado Ciberpunk. Este subgénero presentaba futuros distópicos en los que se mezclaba la alta tecnología con sociedades decadentes, mundos globalizados o desastres apocalípticos provocados por el desarrollo tecnológico.

«Akira» es (con el permiso de los hermanos Wachowski), por antonomasia, la punta de lanza del Ciberpunk. Pero en esta fiebre productiva de series dramáticas, si tengo que elegir una representativa de este subgénero, sería sin duda MR. Robot.

Creada por Sam Esmail y emitida a mediados de este 2015 en la cadena USA Network, MR. Robot plantea la historia de un Hacker que pasa de utilizar sus conocimientos informáticos para ayudar a sus seres cercanos, a formar parte del grupo clandestino fsociety para acabar con una de las mayores corporaciones a nivel mundial, E Corp.

Es cierto que los futuros distópicos del Ciberpunk eran futuros a corto plazo y que MR. Robot se desarrolla en la actualidad, pero precísamente por eso, los desastres globales que planteaban Gibson o Katsuhiro Otomo, bien podrían tener cabida en esta década.
Del mismo modo, habrá quien diga, no sin razón, que Black Mirror, con ese sentimiento de «Tecno-paranoia», representa mejor la cultura Ciberpunk. Sin embargo creo que MR. Robot, aún con solo una temporada, plantea mejor el hecho tecnológico como un mal endémico que las situaciones, no siempre negativas, de Black Mirror.

Quizás la voz en off del protagonista, Elliot Alderson, como narrador omnisciente, hizo que rebajara mis expectativas respecto a la trama. Y probáblemente por eso, los giros narrativos en la segunda mitad de la temporada son tan efectivos. La voz del protagonista es una herramienta muy bien utilizada, no solo como hilo conductor si no como otro recurso dramático dentro de la historia. Interpretado por Rami Malek (salvando las distancias, no puedo dejar de pensar en Tahar Rahim y su espectacular interpretación en «Un Profeta» de Jacques Audiard), Elliot, que sufre un trastorno de ansiedad, es un asocial adicto a la morfina y al Suboxone, este último, como recurso para controlar su adicción al primero, algo muy bien traído para definir su personalidad controladora. Y junto con Christian Slater en el papel de MR. Robot, forman una pareja perfecta en el papel protagonista.

Del mismo modo, tanto la música, ochentera en ocasiones y en otras, recordando a la banda sonora de «Utopía», como el montaje (estoy pensando en las «desconexiones» cerebrales de Elliot) no hacen sino ayudar a crear esa atmósfera ciberpunk tan atractiva y por qué no, tan nostálgica.

El final de la primera temporada, incluyendo el corte de después de los créditos finales del último capítulo, vaticina una espectacular segunda temporada. Esperemos que siga creciendo y consigan superar las expectativas que, ahora si, son muy altas.

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