Como cada año llega el momento de reflexionar y analizar los discos que más nos han acompañado en estos últimos 12 meses, esos discos que han dejado en nosotros un poso muy jugoso y que no han parado de sonar en las oficinas del equipo de Hunger Culture.
No decimos que sean los mejores discos que se han hecho este año, porque ese concepto de «lo mejor» es muy subjetivo y banal, pero sí que son 60 discos muy especiales para nosotros y que nos gusta compartir con nuestros lectores y amigos del blog.
Este año hemos confeccionado una única lista con 60 discos, discos producidos en latitudes tan dispares como Vancouver, Tokyo, Suecia, Colonia, Londres, California, Berlín, Bristol, Asturias o Barcelona.
[Nota del autor: al confeccionar nuestra lista no se han tenido en cuenta reediciones tan maravillosas como las de Jan Jelinek – Loop-Finding-Jazz-Records, Ron Trent – Prescription: Word, Sound & Power o Midori Takada – Through The Looking Glass, que sin duda ocuparían el número 1]
60. BLUE HAWAI – TENDERNESS (ARBUTUS RECORDS)
El tercer disco de estudio del dúo canadiense formado por Raphaelle Standell (de BRAIDS) y Alexander «Agor» Kerby examina la concepción de las relaciones sentimentales y el amor dentro de la era digital en la actualidad, a través de un lenguaje que se basa en el deep house y la música disco de finales de los años 90, mezclado todo ello con riffs de guitarra y mucho humor en forma de llamadas, frases, sampleados, skits, etc…
59. JORDAN RAKEI – WALLFLOWER (NINJA TUNE)
Con tan sólo 25 años el vocalista, multi-intrumentista y productor nacido en Brisbane aterrizaba en Ninja Tune, tan sólo 1 año después de su lp de debut publicado en 2016 con el título de Cloak, un disco al que llegamos de rebote siguiendo el sonido electrizante de Mndsgn y la peña de Stones Throw, y que nos enamoró por su elegancia y delicadeza en el tratado de estándares contemporáneos de soul, de jazz, de R&B, de hip hop e incluso de funk y sonido de la West Coast. En Wallflower el joven artista explora entre trazos de tonalidades oscuras los aspectos más sinérgicos de la ansiedad y la introversión.
58. TRHOWING SNOW – EMBERS (HOUNDSTOOTH)
El segundo disco en formato largo del productor británico Ross Tones alias Throwing Snow llegó a principios de año en forma de «continuus mix» con un ensamblaje puramente experimental y de calado IDM, con leves pinceladas de sus inicios en clave uk bass, jazz o hip hop, y con un concepto astrofísico muy marcado hasta el punto de que la mayoría de los títulos de los tracks hacían referencia a esta disciplina.
57. PORTER RICKS – ANGUILLA ELECTRICA (TRESOR)
El legendario sello germano Tresor publicaba al comienzo del verano el nuevo disco de los veteranos Andy Mellwig y Thomas Köner, asociados desde los años 90 con el sello Chain Reaction y la eclosión del dub techno, y que no publicaban nada desde finales del siglo pasado. 6 tracks en los que no encontramos grandes sorpresas y que nos deleitan con sus cuerdas y texturas de siempre, esta vez incluso más limpias y sin casi artificio.
56. PEVERELIST – TESSELLATIONS (LIVITY SOUND)
El veterano productor de Bristol Tom Ford a.k.a. Peverelist publicó su tercer disco de estudio repleto de ritmos densos y subsónicos, con bombos y melodías candentes que se maridan a fuego lento con estructuras de breakbeat asincopadas. Esta es la visión de Ford acerca del jungle, un estilo que ha mamado desde la infancia y que ha absorvido con precision para volver a escupirlo revestido de un fuerte componente hipnótico.
55. ERROSMITH – SUPERLATIVE FATIGUE (PAN)
El nuevo álbum de Erik Wiegand más conocido como Errorsmith refleja una tensión entre una emoción histérica exagerada y expresiones más profundamente sentidas, y lo hace utilizando para ello el sinte Razor, que él mismo había desarrollado para Native Instruments, y con el que salpica los 8 tracks de la «Fatiga Superlativa» de sintetizadores de neon, percusión rocosa, ritmos angulares y vocoders alienígenas.
54. DAUWD – THEORY OF COLOURS (TECHNICOLOUR)
Este disco de debut del artista americano (aunque criado en Gales) Dauwd Al Hilali más conocido como Dauwd es una pequeña colección de 7 piezas de corte familiar en las que intercala texturas cálidas de herencia Detroit House, balearic o funk junto a pasajes amargos de sabor a krautrock germano, para lo cual ha usado como en él es habitual herramientas futuristas junto a preciados sintetizadores vintage.
53. SZA – CTRL (RCA)
El esperado debut de la cantante de Jersey Solana Rowe fue de lo mejor del año en materia de R&B, conversando constantemente con el neo-soul, el lo-fi pop, la electrónica experimental y por supuesto con el hip hop, un disco redondo de principio a fin en el que colaboran entre otros Kendrick Lamar o Travis Scott. Con un fuerte componente hiphopero pero centrada en sonoridades de neo soul futurista, SZA muestra una sensibilidad muy especial por las texturas grimosas, los riffs de guitarra eléctrica y los arreglos experimentales.
52. REGINALD OMAS MAMODE IV – CHILDREN OF NU (FIVE EASY PIECES)
Vibraciones de jazz, funk y soul vestidas con arreglos del mejor clubbing londinense, eso y mucho más es lo que saboreamos hace pocos días con el segundo disco en formato largo de Reginald Omas Mamode IV, uno de los activos esenciales en el movimiento de nuevo jazz británico junto a Tenderlonious, Henry Wu o Yussef Kamaal (ya disueltos) y labels como 22a. En este nuevo disco abre su abanico de sonoridades hacia sintagmas que beben también del afrobeat o del hip hop.
51. DJ MANNY – GREENLIGHT (TEKLIFE)
Entre los discos de footwork que más hemos escuchado este año está el nuevo de Dj Manny, uno de los protegidos del icónico Dj Rashad, y que en Greenlight apuesta por la simplicidad, incidiendo en la programación de la percusión y de sintetizadores inteligentes, y dejando como ocasionales el breakbeat o los bucles vocales tan característicos del género nacido en Chicago. Recordemos también que Dj Manny es uno de los mejores bailarines del género!
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