20 febrero, 2014 / Nour Al-Hussen Villa
Una oleada nueva de cantautores acuñados por el Lo-fi parece acechar últimamente. Hay que decir que en algunos casos, la oda a este enfoque estético musical resulta un intento fallido, o si no, supone nada nuevo para nuestros oídos. Otras sin embargo retumban en cada rincón de nuestra fisionomía sensorial (y emocional) y consigue sembrar en nosotros algo indefinible y mucho más que eso. Es el caso de Mac Demarco.
La primera vez que le escuché hace tiempo fue en una de esas tardes en las que te pasas rastreando nuevas joyas que añadir a la biblioteca musical. Pura casualidad. O mejor dicho, pura causalidad. Fuera por su nombre, su gorra, sus dientes, o sus Vans rojas y la simpatía que transmite una foto suya me decidí a verlo en acción. Fue entonces cuando me conquistó en un vídeo en el que no conseguí parar de reírme. Y ya no sólo era por su gorra, sus dientes ni sus inconfundibles deshilachadas Vans. Ni tampoco por la pinta de canalla que irradia. Que también. Si no por todo lo que transmite con una canción suya: dulzura, alegría y elegancia. Parece una simbiosis imposible o antagónica, pero lo cierto es que en él resulta una extraodinaria combinación y a su vez, su seña de identidad.
Y es que este canadiense de tan sólo 23 años ya no sólo es una promesa. Si no una figura destacable (tanto por su música, como por su electrificante personalidad) en el panorama de música emergente. En 2011 comenzó su carrera en solitario tras provenir de un proyecto a dúo llamado Makeout Videotape. Con dos álbumes de estudio a sus espaldas y uno tercero que verá la luz en breves, parece que su carrera ha despegado y su trono como encantador consolidado.
En enero nos adelantó «Passing out Pieces», single que pertenecerá a su último trabajo con título Salad Days (que de salado ya os digo que tiene poco, todo dulzura). El 1 de abril, que será el día de su lanzamiento, lo podréis comprobar. Por lo pronto, hace unos días nos sorprendió con otro regalo «Let my Baby stay» en la que podemos verle haciendo de las suyas con tan sólo su voz, su guitarra. Y claro, su gracia por…Portugal. Así es él.
Pic by Caleidoscopia
Seguro que también te interesa....
