Jagga Jazzist @ Village Underground

Jagga Jazzist es uno de los proyectos más innovadores de Noruega, desarrollando un concepto de directo con gran cantidad de instrumentos que van desde trompetas, trombones, guitarras eléctricas bajos, tubas, clarinetes, vibrafonos y un Fender Rhodes, que combinados con elementos electrónicos hacen que su propuesta sea hipnótica, elegante y llena de delicadeza. Formada por 10 mienbros que no llegan ni a los 30 años, debutaron en 2001 con el disco «A Livingroom Hush» y poco despues los responsables de Ninja Tune se fijaron en ellos y así debutaron en el label independiente en 2002 con «The Stix». En 2010 grabaron su sexto lp, «One Armed Bandit» y este año nos sorprendieron con «Live with the Britten Sinfonia» grabado en directo junto a la Britten Sinfonia.

El pasado 25 de octubre desplegaron todo su arsenal musical en el increible espacio del Village Underground de Londres (54 Holywell Lane, Shoreditch) junto a Lund Quartet y Kelpe. Hunger Culture se trasladó hasta la capital británica y estas son las sensaciones con las que volvimos a casa:

«Apurábamos los últimos escalones de Shoreditch High St. Station. En apenas cinco minutos teníamos una cita ineludible con Jagga Jazzist y las dos formaciones encargadas de abrir fuego en el magnífico Village Underground de Hackney: Lund Quartet y Kelpe. Un check-in inmediato por parte del estupendo staff en puerta y enseguida estábamos en la sala de máquinas.

Lund Quartet fueron la sorpresa de la noche, la primera en la frente. Llegábamos con las referencias justas y un puñado de escuchas en Bandcamp, pero la apuesta era segura: Bristol. Contrabajo, teclas, scratching, theremin (cuánto se agradece que, de vez en cuando, alguien no maltrate a estos bichos) y un batería con más metralla en la mano izquierda que una pared de Sarajevo en el 91. Eno, Bugge Wesseltoft, Portishead… viajes de ida y vuelta sin salir de la misma partitura. En la tercera parada de su setlist ya estábamos entregados a la banda. Y al magnífico sonido de la sala. Y a la cerveza.

Kelpe es el proyecto de largo recorrido para DC de Kel McKeown, que se subió al escenario armado de laptop y giradiscos, con la única compañía de un batería empeñado en llevar la resistencia de su banqueta al límite. La actuación se nutrió de cortes de Fourth: The Golden Eagle, lo que parece querer ser su mejor referencia hasta la fecha. Bolas de graves y un montón de glitches. La reacción de la audiencia fue casi unánime: tiempo de Whatsapp, Tiger y colas interminables en los baños.

Con la sala de nuevo hasta los topes y el nivel de la PA en un estándar peligrosamente ibérico, fueron apareciendo uno a uno los miembros de Jagga Jazzist. Delirio contenido, flemático, pero muchas, muchas caras sonrientes. Y muchos, muchos iPhones en alto desde el minuto uno.

El grueso del setlist se extrajo de One Armed Bandit y -para sorpresa de muchos- no hubo oportunidad de establecer comparaciones con las magníficas versiones que habíamos disfrutado en el ‘Live With Britten Sinfonia’. Prungen, Oslo Skyline, Toccatta… el maremágnum de cables e instrumentos que habían montado sobre las tablas fue más que suficiente para ir trazando una linea ascendente que llegó al éxtasis colectivo con One Armed Bandit. Ya no volvimos a subir tan alto, era imposible y probablemente desaconsejable desde el punto de vista cardiovascular.

Torsos desnudos pidiendo la canonización de Matt Black y Jonathan More, dos bises, un inglés inentendible, medallones en las axilas y la sensación de que aquella panda de noruegos tan seriotes habían perpetrado uno de los mejores conciertos de los que podíamos acordarnos. Aunque todo tiene su porqué.»

Texto: Marvin B.

Fotos: Manuel Rey