Talaboman -la dupla formada por John Talabot y Axel Boman– lanzan su disco de debut en formato largo a través del legendario sello británico R&S bajo el título de The Night Land.
Más de dos años han pasado ya desde que Talaboman lanzaran “Sideral”, EP editado por Hivern Discs y Studio Barnhus dedicado al célebre artista catalán Aleix Vergués (aka Sideral), fallecido en 2006, y en el que exploraban por primera vez de forma conjunta las cualidades hipnóticas y de retracción sónica que ambos por separado imprimen en sus producciones.
Unas producciones que hemos recibido en forma de eps o compilaciones en sellos como Hivern Discs, Permanent Vacation, Young Turks o !K7 (en el caso del barcelonés John Talabot) y en Pampa, Hypercolour o Studio Barnhus (donde ha dejado su huella el sueco Axel Boman), además de firmar dos grandes discos de debut, “ƒIN” de Talabot en 2012 y “Family Vacation” de Boman poco más de un año después.
The Night Land por lo tanto significa la puesta de largo de un proyecto intrigante y apasionante como es el de Talaboman, un proyecto que han exprimido en estos últimos meses y con el que han producido, según sus propias palabras, una “cantidad absurda de música” repartida entre sesiones grabadas en los estudios de Barcelona, Estocolmo y Gotemburgo, y que ahora ve la luz el forma de lp con 8 nuevas canciones profundas, orgánicas y con una melancolía astuta que refiere una sombría brillantez que parece escapar de la pista de baile, pero que por momentos se aferra a la nocturnidad más instrospectiva.
El águila grita,
el jaguar da gemidos,
oh, tú, mi príncipe, Macuilmalinalli,
allí, en la región del humo,
en la tierra del color rojo
rectamente los mejicanos
hacen la guerra.”
Con estos versos de un poema de Nezahualpilli (antiguo poeta y orador de Texaco) se abre el disco a ritmo de los beats orgánicos y las texturas paisajísticas de Midnattssol donde ya se palpa esa instrumentación tradicional y esa mística New Age que se saborea en todo el disco, siguiendo con Safe Changes en la que unos delicados y titubeantes teclados en clave synth pop se elevan desde Barcelona a Gotemburgo abrazando delicadas distorsiones, mientras Samsa nos hace ver a lo lejos rituales nocturnos propios del club tejidos sobre patrones minimalistas de dub y house, aderezados con bombos humeantes, sintes arcaicos y paisajes cósmicos con los que nos acercan a esa espiral lisérgica titulada Six Million Ways con la que el nerviosismo se apodera de nosotros por medio de sintes caleidoscópicos, leves motivos étnicos y sintetizadores rasgados.
Fruto de ese nerviosismo tan engmático emerge Loser’s Hymn, pieza emotiva de más de 8 minutos guiada por la percusión orgánica de unos címbalos junto a texturas lo-fi y drones sombríos, antes de que Brutal Chugga-Chugga surja con delicadeza sobre la base de exploraciones acuáticas y crezca agarrada con ímpetu a sintetizadores curvos, percusión afro y un magnetismo delirante que se palpa de nuevo en The Ghosts Hood, donde el pulso bailable es más acusado hasta el punto de que las atmósferas melancólicas iniciales explosionan hacia latidos acelerados de cencerros añejos, sintes robóticos y estructuras resonantes que moldean una tensión profunda y muy candente, dejando para el cierre las palpitaciones agudas y las rítmicas africanas de Dins El Llit con el que ponen el broche de oro a uno de los mejores discos de este año.
The Night Land” (R&S, 2017) «El amor es todo lo que necesita el mundo. Destensad los puños para dar la mano a vuestras hermanas y hermanos y así erradicar la rabia mientras bailáis”.
Tracklist:
1. Midnattssol
2. Safe Changes
3. Samsa
4. Six Million Ways
5. Loser’s Hymn
6. Brutal Chugga-Chugga
7. The Ghosts Hood
8. Dins El Llit
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