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LOS 50 FAVORITOS DE #HC PART.5

DEL DIEZ AL UNO

16 diciembre, 2016 / Vitor P

50 discos, 50 lp´s internacionales que hemos escuchado más que ningunos otros en las oficinas centrales de Hunger Culture durante este año 2016, en el que han pasado por nuestras manos cientos y cientos de nuevas referencias en formato promo, más otras muchas que hemos ido adquiriendo en digital y sobre todo en vinilo, un formato fundamental y que para nosotros representa muchas cosas, por lo que se sitúa como pilar fundamental de nuestra pasión por la música, al igual que el “pulpo á feira” o el “albariño” lo hace por ejemplo en otra de nuestras pasiones, la gastronomía.

Este año nos han gustado muchos discos nuevos, creemos que ha sido especialmente fructífero en lo que a discos de electrónica o derivados se refiere, por ello hemos querido recoger un listado de hasta 50 lp´s de estilos tan variados como el House, el R&B, el Footwork, el Grime, el Techno, el Hip Hop, el Ambient, el Downtempo, la IDM, el Drum & Bass o la Disco Music.

Terminamos el repaso a nuestra lista de discos internacionales favoritos descubriendo las posiciones que van del 10 al 1:

10. Nicolas Jaar – Sirens (Other People)

El segundo disco en formato largo del artista chileno Nicolas Jaar (uno de los grandes genios de la música electrónica contemporánea) nos pilló por sorpresa pero al poco de catarlo esa sorpresa se tornó en admiración. Con Sirens conectamos al Jaar actual con aquel que firmó sus primeros trabajos (Nymphs y Pomegranates), pero con un punto más de coherencia, de elegancia y de valentía. En las 6 piezas que forman el álbum nos encontramos de nuevo con toda la fuerza de su voz, pero sobre todo con un piano expandido en toda su grandeza, además de añadir un componente que hasta ahora no conocíamos: el mensaje político. Recogemos las atmósferas dejadas por su anterior obra maestra titulada Space is Only Noise y las vertemos sobre capas de beats milimétricos, goteos orgánicos y tonalidades vocales inmensas. “No hay que ver el futuro / Para saber lo que va a pasar / (…) Ya dijimos No / Pero el Si está en todo”. Masterpiece.

9. Roman Flügel – All The Right Noises (Dial)

Muy pocos productores de música electrónica en el mundo han conseguido un reconocimiento tal como Flügel, siendo nombrado como artesano del sonido y creador meticuloso y como gran cerebro de la conexión Klang Elektronik-Playhouse-Ongaku, una de las más brillantes de la historia viva de la música electrónica germana, un artista que es uno de nuestros favoritos de siempre y que hasta el momento se le había identificado con la IDM, el acid house, el techno o el trance. Decimos hasta el momento porque lo que saboreamos en este último trabajo llega a vértices que hasta ahora no le conocíamos: ambientas espaciales, texturas instrospectivas, poliritmos de orientación dinámica y experimentación en clave ambient expansivo. Una obra maestra.

8. Elysia Crampton presents: Demon City (Break World Records)

La historia de la heroína indígena Bartolina Sisa, que por oponerse a la opresión de los conquistadores españoles en el año 1782 fue asesinada y descuartizada (convirtiéndose en un referente y en un símbolo para las mujeres indígenas), sirvió como inspiración para el nuevo trabajo en clave épico de la artista experimental Elysia Crampton. Un disco que nos sumerge en un estado de atención alucinante, titulado Demon City y en el que la narrativa tan profunda que siempre caracteriza la música y los discursos de Elysia se ve complementada con un collage sonoro (que podríamos denominar de folklore sintético vanguardista) en el que no faltan ni las raíces étnicas, ni los sampleados imposibles, ni la percusión mutante, ni por supuesto los sintetizadores resbaladizos. Por cierto, este disco sirve además de banda sonora a una obra de teatro llamada “Dissolution of the sovereing: a time slide into the future”.

7. Clark – The Last Panthers (Warp)

Una serie y sobre todo una banda sonora que nos ha hecho vibrar este año ha sido The Last Panthers. El músico británico Clark lanzó a través del sello Warp su último disco en formato banda sonora para The Last Panthers, la nueva serie de Sky Atlantic creada por el guionista Jack Thorne (“Skins” o la saga “This is England”) y dirigida por Bo Johan Renck, un disco en el que saboreamos a un Clark inmediato, con pistas muy cortas y cargadas de hipnotismo, de sonidos sombríos, degradados y ondulantes que trasmiten drama y aprensión, pero casi sin quererlo también rezuman sensibilidad y melancolía que van de la mano de leves acordes de piano y tentativas que parecen violines. Hay drones expansivos y metálicos, junto a techno abstracto y enmascarado, pero sobre todo hay ambient granuloso, dramático y eufórico que se acerca a patrones de corte chill.

6. Eli Escobar – Happiness (Classic Music Company)

Un discazo con mayúsculas en donde la conexión entre las escenas house de Chicago y New York alcanza niveles asombrosos de elegancia y de clasicismo. El nuevo y segundo álbum del productor y dj neoyorkino Eli Escobar vió la luz a través de Classic Music Company, sublabel del otrora gran casa del house, Defected y lo hizo acompañado en las tareas vocales por sus compatriotas Nomi Ruiz y Vanessa Daou. El resultado son 12 tracks de inmenso house que maridan a la perfección con otras sonoridades de corte americano de las que hace uso Escobar desde sus comienzos, como el hip hop, la disco music y el underground house de los años 90 (acid, jacking, soulful, garage…) bebedor de las escenas de New York pero también de New Jersey, además de añadir elementos deudores del french house o del 80´s R&B más electrificante. House is a fucking feeling!

5. Babyfather – BBF hosted by DJ Escrow Roman (Hyperdub)

El disco surgido del nuevo proyecto de Roy Nnawuchi (más conocido como Dean Blunt) bajo el alias de Babyfather ha sido uno de los que más hemos quemado este año, un disco en el que el artista británico se inclina hacia el hip hop mediante fórmulas rítmicas con giros constantes y altas dósis de parodia, singularidad y síntesis de autor, dejando un poco de lado el concepto quasi-indie que cultivó en The Redeemer o en el más reciente Black Metal (acerca del cual escribió larga y tendidamente Fran Martínez para nuestros compañeros de TiUmag). 23 temas contiene el disco con un panorama sombrío, en una sucesión sin cuartel de patrones atrevidos de instrumentación emotiva cortados con pausas a modo de crossfader, ritmo nauseante que causa vértigo por momentos, golpes atípicos, riffs, cuerdas rasgadas, repeticiones vocales en bucle, ruidos que se ahogan en secuencias llorosas y la voz permanente, angular y siniestra de Blunt.

4. Steven Julien – Fallen (Apron Records)

A través del sello londinense Apron recibimos este disco que ha sido sin lugar a dudas la gran sorpresa de este año en nuestras oficinas, un disco que descubrimos cuando el verano estaba comenzando y que venía firmado por el productor británico Steven Julien (AKA Funkineven). Fallen significó su lp de debut y a través de los 12 tracks que lo forman Julien ha demostrado haberse empapado con mucha elegancia de su pasión por el jazz fusión y por el deep house más hedonista, alimentando sus producciones con pasajes quasi cinematográficos en clave broken beats junto a otros más cercanos a la pista de baile donde imprime carácter funk y de reminiscencia a hip hop noventero. Y a todo esto, Julien afirma sentirse muy alejado del concepto actual de clubbing!

3. Yussef Kamaal – Black Focus (Brownswood)

Un disco que descubrimos gracias a la recomendación de un buen amigo (thanks Al) y que desde entonces no ha dejado de sonar en nuestra oficina hasta el punto de subir posiciones en la lista a velocidad de vértigo. La banda formada por Yussef Dayes y Kamaal Williams aka Henry Wu reviven el jazz que han mamado desde la infancia con un acercamiento muy novedoso que fusionan con el sonido de los barrios marginales de Londres, llevando su visión del jazz a las radios piratas de UK y formando parte de esa nueva generación de artistas como Shabaka Hutchings o Kamasi Washington que se aleja de las formalidades del jazz y lo reinventan con nuevos sabores callejeros y plagado de groove. El resultado se saborea en este disco titulado Black Focus que es una deliciosa mezcla de modern jazz con electrónica, funk y acid jazz noventero.

2. A Tribe Called Quest – We got it from Here… Thank You 4 Your service (Epic Records)

El sexto y último trabajo (tras 18 años de espera) de la legendaria banda de rap originaria de Queens, A Tribe Called Quest vió la luz pocos meses después de que uno de sus miembros fundadores, Phife Dawg (Malik Taylor) falleciese por causas desconocidas. Él, junto a Q-Tip (Kamal Fareed) y Ali Shaheed Muhammad dieron forma a una banda que nació en los años 90 y que revolucionó el mundo del rap con su mezcla infecciosa de sonidos de la calle con escalas de modern jazz (mucho antes de que Kendrick Lamar apareciese en escena), improvisando con patrones de hip hop y también con bebop del ghetto, y siempre sonando con una gran sofisticación en el sentido más orgánico de la palabra. En el disco colabora como era de esperar un viejo conocido suyo (y habitual de sus conciertos y discos) de la periferia de Manhattan, Busta Rhymes quien contribuye con su incendiaria lírica en Dis Generation y en Mobius. Este disco no alcanza (por muy poco) la grandeza de People’s Instinctive Travels and the Paths of Rhythm, pero sirve de broche de oro para la despedida de una de las mejores bandas de la historia de la música tradicional.

1. Ital Tek – Hollowed (Planet MU)

Y en lo más alto de la lista el quinto lp de estudio del productor británico Alan Myson aka Ital Tek titulado Hollowed y publicado el pasado mes de marzo por la célebre etiqueta Planet MU. Con unas influencias que van desde el jungle al breakcore y del hip hop al techno, Ital Tek había creado un estilo propio cargado de sonidos atmosféricos y melódicos, con los que presentaba su personal visión del dubstep, lleno de ritmos acelerados, con pinceladas de electro y mucha melodía con la que conseguía sacar el lado más visceral de la música, ese lado de tintes emocionales que ahora explora de forma menos tímida y más decidida en Hollowed. Desde Planet MU nos presentaban este disco como el mejor que había realizado hasta la fecha Myson -eso que los Cyclical (2008), Midnight Colour (2010), Nebula Dance (2012) y Control (2013) rozaron ser disco del año- y para ello nos introducían en los métodos de experimentación sonora -guitarra y minidisc en mano- que él utilizaba cuando todavía era un niño y que no llegaron a servirle para grabar un disco, pero que ahora tras años de experiencia, 4 lp´s y un buen puñado de eps publicados, ya pudo hacer. Este por lo tanto es el disco que a Myson le hubiese gustado hacer cuando tenía 14 o 15 años.

Hollowed es un disco sólido y maduro, con un sonido íntimo y muy profundo donde las emociones fluyen sin parar como si resbalasen bañadas en aceite, un disco con una sucesión de piezas en donde la experimentación sonora llega a límites cinamatográficos, sustentada sobre sintetizadores en espiral y bombos perturbadores. «Beyong Side» es pura dinamita!

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