17 agosto, 2012 / abzabaleta
Matthew Herbert ha vuelto a dar un nuevo giro de tuerca al concepto cultural, sí hace un año se estrujaba los sesos en sacar su álbum One pig donde registraba los sonidos durante el ciclo de vida de un cerdo, desde su nacimiento hasta el matadero y posterior degustación en la mesa, ahora en la 58ª edición del Festival de Teatro Clásico de Mérida le ha dado por ponerle música a Bacantes la tragedia griega de Eurípedes.
La obra indaga en el mito del letal enfrentamiento entre Dioniso, el tramposo dios del vino, y el tebano Penteo, un despótico monarca ciego en su ofuscación por caminar sin tropiezos por la recta senda de la moral consuetudinaria. Las bacantes, mujeres que se consagran a los ritos dionisíacos de alcohol y lujuria, danzan frenéticamente bajo el arte de la música realizada por Matthew Herbert buscando que el dios del Vino les abra las puertas de lo trascendental.
“Es una obra griega, en un teatro romano, en una ciudad española, con un músico inglés. Es como un hijo bastardo”. Pero agitado en su justa medida, el brebaje combina bien. Y no deja resaca.
La tragedia está compuesta por sexo, vino y música electrónica bajo el directo de Matthew Herbert donde los sonidos fueron grabados por el productor a los propios actores mientras se frotaban, golpeaban y emitian gemidos de dolor o placer. Esta potente combinación dio comienzo ayer noche en el mítico bimilinario teatro romano de la capital extremeña y se podrá disfrutar hasta el domingo. (Via – El País)
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