En toda visita a Islandia debe existir tiempo para disfrutar del espectacular pescado que llena las costas de esta isla volcánica que se encuentra entre el mar de Groenlandia y el océano Atlántico norte. En el centro de Reykavík a escaos metros del lago Tjörnin donde se ubica el ayuntamiento de la capital islandesa aparece el Fish Market, que pese a no ser un mercado dispone de pescado tan fresco como la propia lonja ya que les llega de los propios pescadores.
Se trata de un local ubicado en una casa típica islandesa de madera clara que en su interior destaca por un diseño moderno jugando con mesas de madera oscura imponentes sin mantel y donde tienes la posibilidad de comer en la barra mientras disfrutas del sushi-man que elabora una de sus especialidades siempre con productos locales. El ambiente es acogedor y el trato es espectacular, dispone de una completa carta de pescados y algunas carne para completar dos grandes menús: mediodía / noche. Tiene una amplísima carta de vinos con referencias de casi todos los paises, eso sí los precios son muy altos para lo que acostumbramos en España, así que mucho ojo con el vino.
Sus platos fusionan el producto islandés con las tendecias asiáticas de manera maravillosa. Muestra de ello es el menú degustación compuesto por gambas de roca islandesa en tempura y costillas de cordero marinadas para empezar. Al que le siguen un mix de sushi de atún rojo y pez volador, nigiris de salmón y makis de atún donde se empieza a comprobar la calidad del producto local: suave, terso y sensual en boca. Para cerrar esta primera parte ofrecen una ensalada de wasabi que quizá sea lo más flojo del menú, pero que viene bien para limpiar la boca y adentrarnos en la parte final.
Una recta final donde los grandes protagonistas son el salmón para abrir boca y el bacalao fresco para terminar una experiencia muy marina. Una gran manera de reafirmar la calidad del producto nórdico elaborado de manera fantástica con toques muy contemporáneos pero siempre respetando el producto pero dando importancia a su sabrosa y tersa carne.
Como armonia de todo este festín marino la mejor combinación calidad-precio es un Chenin Blanc de sudáfrica que le va muy bien a este sabor de mar. Un Obikwa 2011 originario de Western Cape como antesala del una tarta de queso y mango helado espectacular que te deja una sensación muy dulce de esta gran experiencia en tierras islandesas que significó Fiskmarkaðurinn + Sonar Reykjavík.
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