Crónica Sónar 2014: Sónar Día

Las 3 jornadas diurnas del festival reafirman su modelo de festival único en el mundo y acogen a más de 52.000 asistentes, cifra record

19 junio, 2014 / Vitor P

  • La 21ª edición de Sónar amplía su perfil artístico y cultural y reafirma su categoría de modelo único de festival.
  • Sónar de Día alcanza cifras récord, con más de 52.000 visitantes.
  • Sónar+D congrega a más de 3.500 profesionales inscritos
  • DESPACIO by McIntosh se erige como la gran revelación del festival
  • Nace SonarPLANTA, un nuevo desafío en el mundo del new media art creado en estrecha colaboración con la Fundació Sorigué

La edición diurna del festival brilló con luz propia y consiguió ensalzar todavía más su grandeza después del cambio de ubicación del año pasado, sobre todo con la nueva zona SónarDôme by RBMA que recuperó todo su espíritu ecléctico-transgresor y consiguió estar de nuevo llena hasta los topes (marca de identidad en los años en el CCCB). En este 2014 los amplios espacios, la comodidad, los pasillos y la cercanía de unos escenarios a otros hicieron que el público disfrutase por completo y se moviese por todo el recinto con la delicadeza del que baila un vals.

Sónar Día es el lugar donde se palpa más fervientemente la capacidad de la marca Sónar para crear una sinergia perfecta entre música, arte, new media y cultura, apostando por iniciativas arriesgadas que suman valor a la propuesta general de todo el festival e impactando de forma directa en las miles de personas que llegan de diversas partes del planeta buscando una agitación especial en sus sentidos.

Novedades

La puesta de largo del escenario DESPACIO y el nacimiento de SonarPlanta fueron otros de los grandes atractivos de las 3 jornadas de Sonar Día: la instalación DESPACIO hizo las delicias de los grandes amantes del house, del disco y de la cultura underground del NY de los años 80 en 3 jornadas en las que James Murphy y los hermanos Dewaele (2manyDjs) pincharon vinilos de sus colecciones personales durante 6 horas seguidas con un soundsystem especial desarrollado para la ocasión por la empresa de sonido McIntosh.

Mientras que  SonarPlanta es la iniciativa conjunta de Sónar y la Fundació Sorigué que nació este año (y se desarrollará durante las tres próximas ediciones) y que tiene como finalidad promover y celebrar la investigación y la experimentación de los lenguajes creativos en torno a la tecnología y el arte new media. El proyecto invitará a tres artistas de renombre internacional a presentar una propuesta de nueva creación que experimente con los lenguajes creativos y la tecnología. El artista seleccionado será premiado con la producción de la pieza que será estrenada cada año en el nuevo espacio SonarPLANTA.

Este 2014 SonarPLANTA presentó a uno de los más importantes exploradores de las estéticas digitales en el arte, el artista germano Carsten Nicolai (Alva Noto) que propuso la obra unidisplay en el marco de Sónar+D, una monumental instalación audiovisual inmersiva que explora la lógica de los sistemas auto-organizados y los límites de la percepción.

Crónica Jueves

El gran atractivo de la primera jornada diurna era ver el directo en exclusiva mundial del nuevo espectáculo de Plastikman bajo el título de “Objekt”, previsto para el cierre del día y para el cual se dispuso de una tarima especial donde Richie Hawtin manipulaba sus cacharros y además se colocó en el centro del SonarVillage un obelisco donde se disparaban los efectos visuales. Después de la gran jornada de actuaciones la de Plastikman quedó como la gran perdedora del día y no terminó de enganchar al público, ni con las visuales ni con los temas de su nuevo Lp, “Ex”, grabado en directo en el Museo Guggenheim de Nueva York y estrenado 2 días antes con muy buenas críticas, pero que en directo sonó aburrido y falto de pegada.

Horas antes había comenzado la jornada del jueves con la actuación en SónarVillage de los nacionales Nev.Era y Xarlene, que tras unos pequeños problemas técnicos con un laptot, tiraron de profesión y consiguieron condensar su directo sin que perdiese ni un ápice de sensibilidad. IDM, ritmos rotos y unas visuales veloces y muy dinámicas dieron el pistoletazo de salida perfecto a este Sónar 2014.

Después de un paso por boxes, un arroz, un buen vino blanco y gran compañía, elegimos para el postre los sonidos deeperos y llenos de reminiscencias soulful del americano Suzanne Kraft en el Dôme y para el café nos deleitamos con el sonido de la gallega BFlecha en SónarVillage que nos encandiló con su delicada mezcla de r&B, boogie y dance. Belén dominó todo su show con una gran destreza, manipulando el sonido de su sinte Roland, tocando en directo, sampleando y poniendo las voces, presentando su último Lp “βeta”, pero adoptando un toque más duro y canalla sobre todo en el cierre de su actuación.

A esta hora tocó desdoblarse entre Nils Frahm en SónarHall y Daito Manabe en SónarComplex, 2 propuestas que jugaron mucho con nuestros sentidos. El virtuoso pianista alemán hizo que nos olvidásemos al instante de empezar de la falta de butacas con su mezcla de lenguajes clásicos y contemporáneos, que a veces sonaban a free-jazz y otras incluso a techno, manipulando pianos, sintes y una vieja drum-machine de los años 60 que hicieron que el sudor apareciese en su rostro y en el de todos los que abarrotamos el Hall.

Al otro lado del recinto, el hacker, artista, DJ, programador, VJ y creador japonés Daito Manabe se presentó en el Complex con el grupo de danza Eleven Play, formado por 3 bailarinas y 2 drones,  con los que desarrolló un concepto de danza-mapping con el que busca ensalzar la interacción entre el ser humano y la tecnología.

Vuelta a Dôme para ver en directo a Elijah & Skilliam intr. Flava D con un set potente y oscuro de sonido UK, donde el grime y el bass sonó a lo grande en la renovada ubicación de la zona comisionada por Red Bull Music Academy.

3 espectáculos (sin contar a Plastikman) quedaban en rojo en nuestra agenda para cerrar la primera jornada de Sónar Día 2014 y el primero de ellos fue el del americano Machinedrum Vapor City Live que presentó en SónarVillage su último lp “Vapor City”. Travis Stewart apareció como dueño y señor de los sintes, los pads y los samples mientras que Lane Barrington se encargó de la percusión y entre los 2 propusieron un show lleno de intensidad y de baile, con estructuras IDM, voces entrecortadas de R&B y algo de footwork de Chicago, tocando casi al completo el lp y dejando momentos mágicos como en su interpretación de “Gunshotta”.

20:30 y de nuevo tocaba desdoblarse entre el SónarHall y el SónarComplex, pero esta vez para llenarse de oscuridad, de tensión e incluso de estrés. Trentemoller se presentó con la banda n el Hall y los murmullos de la gente se dejaron notar al principio de su show pues mucha gente desconocía esta faceta del artista danés. Y la verdad al final del mismo constatamos que su pegada no es la misma y su puesta en escena más cerca de banda de rock que de electrónica no terminó de cuajar, aunque buena parte de culpa la tuviese el sonido que a esa hora ya dejaba muestras de fallar en esta zona.

En la parte de butacas el australiano Ben Frost hizo lo mejor que sabe: crear tensión hasta límites incalculables. Cómo lo hizo? Presentando su nuevo disco  “A U R O R A” y soltando destellos pesados de noise robusto y drones metálicos, salidos de varios cacharros y dos baterías y en perfecta comunión con las luces, haciendo que su show se llenase de épica.

Crónica Viernes

Abrimos la segunda jornada antes de la comida con el productor catalán Pina que hizo que el SónarVillage vibrase, aunque a esa hora la falta de volumen era muy palpable, pero con todo un arsenal de hardware y software navegó entre la IDM abstracta y el techno futurista, tirando de tracks de su Lp “HUM” y dejando claro el porqué es uno de los grandes de la electrónica nacional.

Otro de los grandes, el gallego Fernando Fresco aka Arufe calentó el SónarDôme con sus rimas atrevidas y cachondas, ayudado por su fiel escudero musical, el también coruñés Judah, que con un sonido a medio camino entre el R&B británico y el hip hop nacional hizo que los primeros bailes de la mañana fueran de lo más sensual, cerrando la actuación con su último ep «Dinosaurio».

Siguiendo con la tónica nacional, el madrileño Henry Saiz se presentó en el SónarHall a la hora de la comida con su nuevo proyecto de banda formada por guitarra, batería, teclados y dos cantantes, tocando el lp «Reality is for those not strong enough to confront their dreams»: mucho sonido progresivo, algo de balearic, un poco de techno y otro poco de house de corte pop fueron sus ingredientes de un directo lleno de energía que nos abrió el apetito de gran manera.

Parada en boxes para nutrirse con un buen “pulpo á feira” más un Albariño y de vuelta a escena con incursión en Sónar+D para disfrutar de las mil y una propuestas que se pusieron en marcha en este congreso internacional sobre creatividad y tecnología que forma parte de Sónar desde el año 2013.

La siguiente cita musical de la tarde tuvo lugar en SónarDôme, primero con uno de nuestros favoritos a priori de este año, el artista inglés Throwing Snow que presentó en directo su recién estrenado nuevo trabajo, “Mosaic” pero que dejó un poco de lado esa electrónica detallista y llena de estructuras para desarrollar un show más duro y bailable de lo habitual.

Tras él disfrutramos como verdaderos niños con el dúo peruano Dengue Dengue Dengue (Felipe Salmón y Rafael Pereira), auténticos desconocidos para nosotros pero que fueron de lo mejor de esta segunda jornada de Sónar 2014 con su mezcla de ritmos tropicales, dubstep macarra, un poco de minimal techno y mucha cumbia en clave electrónica.

Uno de los momentos claves del festival tuvo lugar a las 19:30 en SónarVillage con la puesta en escena de Simon Green aka Bonobo, que llegó a Barcelona inmerso en la gira de su último Lp, The North Borders.

Green es uno de los grandes de la electrónica contemporánea y gran abanderado de los sonidos más cálidos del label de culto Ninja Tune y de todo esto dejó buena constancia en su show, cargado de ritmos latinos y electrónica elegante. Estuvo acompañado en el escenario por una banda formada por guitarra, batería, sección de vientos, teclado y la fantástica Szjerdene Noir con su cálida voz, y juntos interpretaron grandes himnos como «Cirrus», «Towers», «Kira»,  «Kong» o «Recurring», dejando para el final esa oda a la elegancia titulada «Know You».

Tocaba otro momento de desdoblamiento, pero viendo lo lleno que estaba el SónarHall para ver el directo de Jon Hopkins, decidimos quedarnos en el SónarVillage y disfrutar del cierre en clave house de uno de los grandes, Theo Parrish.

Cargado de vinilos y mezclando casi al vuelo, corrigiendo sobre la marcha las mezclas, Parrish tiró de música disco, de ritmos brasileños, de juke, de techno y de mucho house americano, pero su set se vió empañado por los fallos en el sonido, lo que convertía cada mezcla en una masa oscura de bass sin sentido. Aún así su set fue la guinda perfecta para esta segunda jornada diurna de Sónar 2014.

Crónica Sábado

En el último día todo sucede de forma más relajada, pues las fuerzas ya no son lo que eran después de muchas horas de festival, pero el nivelazo de actuaciones que vivimos hicieron que sacásemos energía de donde pudiéramos. De nuevo los problemas con el sonido fueron protagonistas, personalizados en los shows de Kid Koala, Dâm-Funk y Tokimonsta.

Empezamos la jornada con un buen chuletón de buey y un vino tinto que nos hizo perdernos el directo de Sunny Graves (el nuevo proyecto personal de Simon Williams) en SónarHall y que a la postre sería de lo mejor de todo el festival o por lo menos así lo atestiguan voces tan autorizadas como las de Four Tet, DJ2D2 o Kino Internacional.

Tras él llegaron al SónarHall los suecos Roll the Dice (Peder Mannerfelt, conocido como The Subliminal Kid y colaborador de Fever Ray en directo y Malcolm Pardon) con su arsenal analógico y digital y una puesta en escena de lo más oscura y llena de tensión. Su presentación en directo del nuevo Lp, “Until Silence” fue de lo mejor de la jornada y uno de los momentos en los que el Hall sonó con más fuerza. Su show estuvo lleno de tensión e hipnotismo, estirando para ello los sintes y con un ritmo pausado pero continuo, terminando piezas de gran duración que hicieron disfrutar a los pocos que nos congregamos a esa hora tan temprana en la sala.

Mientras llegaba el turno para el concierto de Neneh Cherry, un enérgico Spoek Mathambo calentaba el SónarVillage a base de moombahton, deep house, psicodelia y percusiones ancestrales.

Nos decidimos por ver a Neneh Cherry en un SonarHall abarrotado aún a sabiendas de que nos perdíamos al trío de hip-hop con base en Los Ángeles, Clipping y al final nos arrepentimos pues el show de la sueca junto al dúo británico de post-rock y space-dance RocketNumberNine no tuvo nada de enganche. Tan sólo bellas canciones sin apenas pegada que hicieron que el público comenzase abandonar la sala mucho antes del final del concierto.

La suerte para nosotros fue que caímos de nuevo el SónarVillage y disfrutamos como niños (además en serio) del show del canadiense Kid Koala y su nuevo espectáculo Kid Koala presents Vinyl Vaudeville 2.0. Su actuación tuvo mucho de musical pero también de humorística, con momentos quasi infantiles en los que hicieron su aparición en el escenario un buen puñado de marionetas. Musicalmente demostró que es un virtuoso manejando vinilos, mezclando hip hop, rap, pop, trip hop e incluso bandas sonoras propias de dibujos animados.

Vuelta al SónarDôme para ver en acción al veterano angelino Dâm-Funk, propulsor del renacimiento de estilos ochenteros como el boogie, el soul moderno y el electro-funk.

Su set fue algo así como un radio show en el que mezcló discos con gran maestría, tocó en directo con un viejo teclado temas propios y rapeó y habló por el micro haciendo un alegato a la fiesta y la diversión con mucha elegancia, la misma que demostraban los cuerpos de un grupo de personajes disfrazados de pressing catch que rodaban por el cesped del Dôme.

Antes del turno de Tokimonsta nos escapamos al Village para ver en acción al dj catalán DJ2D2, uno de los artistas más respetados del panorama nacional y el subidón de adrenalina que nos dió con su set fue espectacular. Con gran destreza en el uso de los cdj y sin abusar de efectos, mezcló house de corte británico con R&B contemporáneo y un poco de uk bass gamberro y super bailongo. Un 10 para él!

La americana Tokimonsta se nos presentó como live pero su show estuvo más cercano al dj set warpeado que a un directo y además de tocar temas propios, mezcló otros de artistas como Kaytranada a la vez que usaba el micro para arengar a las masas que a esa hora llenaban el SónarDôme. Uk bass, un poco de dubstep, algo de trap e incluso algún guiño al EDM fueron las bases de su discurso, atrevido y muy divertido.

El cierre fue para el canadiense afincado en Barcelona, Sinjin Hawke con un set extenuante lleno de frecuencias bajas, rítmica footwork, r&b contemporáneo y bass con el que se puso el broche de oro a una nueva edición diurna del festival  Sónar.

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