Así vivimos el «Día de la música»

BeGun fue lo más refrescante de un caluroso día de festival

30 junio, 2013 / J. R. Bevan

Lianne-La-Havas-Dia-de-la-musica_Hunger-culture

Hace unos días os recomendábamos desde Hunger Culture, las cinco propuestas más interesantes del austero cartel de esta edición del Día de la Música, de los cuales solo Pional presentaba su directo el viernes, día que un servidor tuvo que perderse por motivos laborales y para que engañarnos, por estar aún renqueante del Sónar.

Este está siendo un año bastante complicado para los festivales de nuestro país, se han juntado la subida del IVA, la menor afluencia de público por la situación económica y el abandono de patrocinadores, problemas que repercuten en el nivel de los artistas que se pueden permitir traer. Los promotores no pueden arriesgar con propuestas quizás más vanguardistas, sino que van a lo seguro, aunque no se les puede culpar. Si a ello le sumamos problemas de última hora, como la caída de Spiritualized a pocas semanas del festival, era una edición realmente complicada para la organización. Sin embargo, supieron solventarla con dignidad.

Después de acreditarnos, nos dirigimos corriendo al escenario Radio3, donde empezaba el directo de Darkstar (Warp), bajo un sol de justicia el trío londinense defendía su último trabajo «Time Away» sobre las tablas, desde el comienzo no se entendía muy bien la hora a la que les habían programado, las atmósferas oscuras y vaporosas de su música se diluían con el calor sofocante mucho antes de llegar al espectador, por momentos intentábamos evadirnos y pensar en un recinto oscuro y cerrado, lo idoneo para su propuesta, estos instantes de conexión llegaron al sonar un par de cortes de su etapa Hyperdub, poco más pudimos rescatar de una actuación que pasó sin pena ni gloria por el festival.

La siguiente en aparecer sobre el escenario fue Lianne La Havas, la nueva musa del soul británico, en la que era su primera actuación en nuestro país, presentando su disco debut Is your love big enough? (Warner). La expectación que se ha levantado en torno a su figura está más que justificada, con tan solo 22 años, y acompañada unicamente con su guitarra apareció para interpretar «No room for doubt» logrando que gran parte del público olvidara todo para centrarse en su voz. Aunque poco duró esa atención, el público de nuestro país no se caracteriza precisamente por su educación a la hora de cerrar el pico para disfrutar del concierto por el que han pagado, entre voces, risas y impertinencias de todo tipo, fuimos disfrutando del concierto, una hora en la que repasó su corto repertorio, regalándonos además un cover del «Weird fiches» de Radiohead.

Después de Lianne, dimos un paseo por el resto de espacios, notando un aumento de público según avanzaban las horas y disminuía el calor. Comprobamos que el complemento del festíval eran unas gafas blancas que repartían las azafatas de uno de los patrocinadores, que no contento con ello, dispuso de un absurdo «photocall» a la entrada del festival, para que la gente tuviera su momento de gloria y quedaran inmortalizados para la posteridad del corcho de su habitación.

Entre idas y venidas, cervezas y botellas de agua llegó lo que sin duda fue lo más destacable del festival, otra joven promesa. BeGun, compartiendo escenario con artista visual Borja V. Conde, ambos nos ofrecieron los mejores momentos de la noche. Gunsal H. Moreno, forma parte de esa nueva y revitalizante hornada de productores nacionales (Clip!, Orphidal, Alizzz…), que beben claramente de las influencias del Uk Bass británico. Su directo, eficaz en la pista de baile, camina entre un pop elegante, lleno de matices que abarcan desde melodías Idm-nostalgicas a toques slow-house, que llevaron a un servidor a cerrar los ojos y bailar como un loco. La música de BeGun fue lo más refrescante de un caluroso día de festival que iba llegando a su fin. Todo un error perdernos el final de su directo por ir a ver como los hermanos Lawrence desperdiciaban su oportunidad de sorprendernos.

Lo que vimos sobre el escenario RTVE solo merece un adjetivo, que es: barato. Y es que si hace no mucho Disclosure nos parecían una propuesta interesante dentro del prolífico panorama musical británico, hoy en día comprobamos con cierta tristeza, que lo que practican los Lawrence es un pop barato, efectista, que con tres copas de más te puede hacer pasar una noche divertida pero que si lo analizas y más si lo haces en uno de sus directo, ves que se han convertido en un producto de consumo para la masa, que les hará vender miles de copias, y exprimirá hasta que aparezca el nuevo ídolo de turno. Después de su tristemente famoso dj set «desenchufado» íbamos con la mosca detrás de la oreja, por lo menos esta vez no optaron por esa opción, aunque sirvió de mucho. Quizás era el cansancio, quizás estar más pendiente de salir antes que toda la marabunta para poder coger un taxi sin problemas; pero en ningún momento consiguieron atraparme, el público sin embargo estaba bastante entregado con cada hit del duo, sonaron entre otros «White noise», «You & me» o «Latch» con el que dieron por finalizado su directo.

Así terminaba la edición del Dia de la Música 2013. Solo queda comentar un pequeño detalle, el de la «speaker» que presentaba a los artistas antes de cada actuación, se nos quedan cortos todos los adjetivos para describir lo bochornoso del espectáculo, solo esperamos que nadie tradujera lo que berreaba esta señora a los artistas, por aquello de la vergüenza ajena. Esperemos que con 2014 el Dia de la Música recupere el brío y posición que se merece entre los festivales de nuestro país, confiamos plenamente en ello.

Pic by Kalamu

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