981 Heritage Madrid

Después de una noche movidita de música Disco en El Hombre Moderno, los horarios en los que el Ayuntamiento de Madrid permite programar en el Matadero se me antojaban un poco… prematuros la verdad, no termino de entender estos festivales diurnos… Como tampoco entiendo muy bien que a las 22:00 terminaran los conciertos abiertos al público y de 22:00 a 00:00 hubiera una fiesta privada para prensa, VIPS y artistas, pude ir pero ¿elitismo? O peor aún, ¿post-elitismo?, No gracias.

Fue una grata sorpresa ver que había bastante gente cuando llegué, sinceramente, el line-up me hizo ser demasiado optimista en cuanto a música y demasiado pesimista en cuanto a afluencia. . Había gente suficiente como para tener cierta sensación festivalera y eso mola. La arquitectura efímera heredada de la Red Bull Music Academy también ponía de su parte en la sensación de estar en modo festival, aunque hay que reconocer que con cierta nostalgia de aquellos tiempos en los que un día estabas viendo a Chic en Kapital y al siguiente estabas en una conferencia de Esplendor Geométrico en el Matadero.

Barbas, camisas tropicales, mucho estampado azteca, mucha gorra y muchos tattoos (por cierto, no pensáis que ahora la gente se hace tattoos old school de dos en dos? Ayer como quien dice nadie los llevaba y de la noche a la mañana no tienen espacio libre para uno más). Todo bien, pero agradecería menos preocupación por la estética y un poco más por la música, porque por ejemplo en el live de OooOOooo a veces costaba escuchar a gusto la música con tanta conversación al rededor (el abuelo cebolleta strikes again, lo se).

Destacar la por un lado la decepción con Actress, un directo de techno lineal, simple y aunque algo profundo bastante poco sorprendente, además de ecualizado de aquella manera. Esperaba estructuras mucho más esperimentales, arritmias magistrales, crujidos y desasosiego, nada de eso, cuatro por cuatro para todos los públicos.

Pensamos que el soundsistem era el culpable del mal sonido hasta que hicieron acto de presencia Mouse On Mars. Qué maravilla oye. Muchos años ya escuchándoles y no dejan de sorprender. Tras un directo de shock en Sonar Barcelona este año, llegaron a Matadero para hacer un directo completamente diferente. Música experimental que no se olvida de que la gente tiene que bailar. Elegantes como pocos, navegaban entre los ritmos funk, los colchones de sinte que te daban en todo el pecho y los juegos con las voces en directo y con apps para i-phone que te dejaban con la pata vuelta, highly recommended amigos.

Por último destacar al antes mencionado y muy esperado OoooOOOoo. No defraudó, ritmos hip hop experimentales, elegantes, suaves e hipnóticos que, si te acercabas bien al altavoz, conseguían camelarte y hacerte viajar durante un tiempo.