12 septiembre, 2013 / Vitor P
Con su primer álbum en solitario The Last Resort estrenado en 2006 se dió a conocer como artista electrónico al que le gusta ir un poco más allá de la electrónica tradicional y desde entonces el danés ha seguido este concepto, incorporando una banda para sus giras y añadiendo más instrumentación en vivo.
Con su segundo álbum de estudio, Into the Great Wide Yonder, se afianzó en la escena internacional con su puesta en escena en forma de banda y su perfecta mezcla de electrónica, downtempo de calidez analógica e indie-rock.
Este mes de septiembre vuelve con su tercer LP titulado Lost para situarse ya sin retorno como uno de los héroes de la electrónica danesa. El título del álbum parece muy apropiado para que los fans del danés se encuentren con un registro distinto y caminando hacia nuevos paisajes sonoros sin explorar.
“Estar perdido no siempre es algo malo, puede ser algo muy positivo. Te puedes perder en el amor, la música, en tí mismo. No es malo estar perdido. Puede ser algo muy hermoso.”
12 temas donde se centra en texturas de corte rock y krautrock junto a paisajes sonoros de electrónica delicada e instrospectiva y en los cuales cuenta con colaboraciones de artistas como Kazu Makino de Blonde Redhead, Sune Rose Wagner de The Raveonettes o Jonny Pierce de The Drums, así como colaboraciones con su compañera habitual Marie Fisker y la banda de slowcore Low.
Precisamente con Low abre el disco en esa delicadeza titulada The Dream con la que parece decirnos que (casi) todo lo que conocíamos de su sonido y todo lo que esperábamos de su música presente y futura es un sueño.
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