9 mayo, 2013 / abzabaleta
Un año más y van siete el Laboratorio de Electrónica Visual de Gijón se confirmó como uno de los festivales más innovadores dentro de la vanguardia electrónica de nuestro país. Cada año van un paso más allá y rebuscan entre la oferta mundial acercando por Asturias a grandes artistas tanto del ámbito visual como del musical. Además en los tiempos que corren y lidiando con A. Cascos y sus secuaces todo esto tiene el doble de merito.
Todo dió comienzo el pasado viernes con un streaming en directo, realizado por la gente de Captcha Family, con las actuaciones de Doma y Huias tras ser los proyectos ganadores de la Convocatoria LEV – Scanner FM. Muy a nuestro pesar no llegamos a tiempo pero según lo comentado durante todo el finde realmente estuvo genial el ambiente que se generó en la Cafeteria de la Laboral.
Una vez visto que no llegábamos el equipo de #HC se decantó por empezar la rutilla de tapas y sidras que habíamos preparado para la ocasión. Tras catar un par de chigres nos dirigimos a La Laboral porque la noche prometia aunque al final se quedo en un vaya. No tenemos muy claro si la hora no era la más acertada pero lo cierto es que las cuatro actuaciones del teatro dejaron un poco indiferentes al público. Es cierto que las cuatro actuaciones constaron de una calidad visual espectacular destancado por encima del resto la apuesta audiovisual de Raime, aunque como decíamos no creemos que la hora fuera la mejor como demostraban los rostros del público que abarrotaba el cómodo teatro de La Laboral. Lo que si destacó fue el tremendo sonido que desprende este mágico teatro donde Roly Porter + MFO fueron los más destacados en este apartado llevándonos por un viaje visual y sonoro entre bosques que nos dejó boquiabiertos.
Tras estas experiencias visuales llegó uno de los momentos más llamativos del L.E.V 2013 cuando de nuevo volvieron a utilizar la Iglesia de La Laboral para realizar actuaciones. Con el recuerdo del 2009 cuando Peter Greenaway nos dejó cautivados con su show nos adentramos a descubrir las actuaciones de Pole y Andy Stott. Tras una sonorización complicada el recinto se presenta espectacular para fusionar la vanguardia del L.E.V. con el clasicismo e historia que desprende este mágico recinto. El resultado final fue una primera parte conceptual rebosante de dub al que acompañaban unos espectaculres visuales que completaba la propia decoración de la Iglesia. Andy Stott por su parte utilizó cortes de pelis de terror para darle al techno oscuro que factura el británico tintes más apocalipticos.
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