981 HERITAGE / PLAYA CLUB / A CORUÑA

LA NOCHE

20 diciembre, 2012 / Vitor P

El lugar

Con el tiempo justo para cenar unos pinchos, nos trasladamos a la parte baja del Playa Club para disfrutar de la noche del 981. Las dos zonas elegidas para esta ocasión fueron La Discoteca, con una amplia pista de baile con el escenario al fondo y 2 zonas diferentes de barras; y La Boite, distribuida a modo de warehouse soso y oscuro, pero con unas vistas espectaculares a la playa de Riazor. Si hay algo que diferencia a este sitio del resto de clubes coruñeses es su magnífica situación a pié de playa.

Los protas

Como ya os hemos ido adelantando estas semanas anteriores, en estas 2 zonas desplegaron todo su poderío PANTHA DU PRINCE, ACTRESS, FRANÇOIS K, HOLY OTHER, LINDSTRON, DMX CREW, SNUFF CREW, BYETONE Y BODDIKA. Todo un arsenal de artistas que a priori, deberían de hacer las delicias de los miles de clubbers que se acercaron esta noche a Coruña.

Los triunfadores

Varios fueron los nombres propios que dejaron con una sonrisa en la cara al público y se consagraron como los mejores de esta edición del 981.

Pantha Du Prince, volvía a pisar el noroeste peninsular tras su actuación en el LEV de Gijón y lo hacía con todas sus herramientas básicas:: sonidos orgánicos y bajos oscuros. Su directo para abrir en La Discoteca fue arrollador de principio a fin, no se detuvo demasiado en crear paisajes y jugar con los silencios, sino que se dejó llevar por lo que veía en la pista de baile y fue contundente, tirando de un sonido cercano al deep techno alemán ( o llamado techno romántico y emocional) y no dando ni un segundo de respiro.

DMX Crew compitió en horario con Du Prince y consiguió mantener la pista llena a base de tocar casi todos los palos de la electrónica de calidad: techno pop, electro, techno house y mucho sonido ácido fué lo que nos regaló el bueno de Upton, El calor en La Boite iba in crescendo con cada nuevo track que pinchaba y al finalizar ya era una olla a presión.

Snuff Crew, ese duo misterioso nacido en antros oscuros de Alemania fueron sin duda los que más gustaron al público más exigente. Vestidos con sus habituales sudaderas con capucha y mascaras y apoyados por sendos laptops y controladoras,  dejaron claro su pasión por el viejo sonido Acid. Que cantidad acid house!! Y acid techno!! Todo ello mezclado con Chicago House, techno-house europeo, electro techno alemán y como no, los sonidos clásicos de la 303 o la 707.

Byetone, el proyecto en solitario de Olaf Bender, co-fundador de Raster Norton se mostró super concentrado de principio a fin y eso se notó en lo que nos ofreció. Su directo se basó en ese sonido techno tan experimental propio de su sello y que tan aplaudido ha sido en festivales como LEV o Sonar.  A esa hora en la Boite el ambiente era de verdaderos clubbers amantes de la electrónica más purista, que permanecíamos abducidos por la música que salía de los altavoces. Temas de duración extrema y con mucha sonoridad pegaban muy fuerte en nuestros cuerpos. Byetone fue sin duda el que mejor sonido sacó a esta zona.

Bien, pero…

Se esperaba mucho más de François Kevorkian, una de las leyendas vivas de la electronic music americana y durante años abanderado de la fusión entre techno, house y disco.  Lo que ofreció fue cera y más cera. Su set fue arrollador desde el principio y seguramente al gran público le haya gustado, prueba de ello fue que durante su sesión en La Discoteca hubo un ambiente de brazos arriba todo el tiempo. Pero abusó demasiado de los continuos efectos y su set se convirtió en una sucesión de subidones sin fin que no llevaban a ninguna parte. A nivel musical, tiró de techno y tech house y aunque dejó algunas perlas como algunos remixes de I get Deep o Enjoy the Silence de DM, no merece estar entre los mejores del 981.

Lo mismo pasó con los encargados de cerrar las 2 zonas, aunque también es cierto que el cansancio acumulado durante todo el día y toda la noche se notó en nuestras apreciaciones.

Lindstrom tiró de ese space disco tan característico suyo, pero con temas muy largos y lineales y no dejó muchas muestras de ese nuevo sonido funk-disco que podemos escuchar en su último trabajo Six Cups of Rebel.

Y Boddika, con su electro techno de tintes americanos tampoco hizo un set digno de gran mención, aunque después de escuchar a sus predecesores, era una tarea muy complicada.

Los “de no”

Actress y Holy Other, 2 artistas que han revolucionado la escena electrónica en estos últimos años y de los que se esperaba mucho, no estuvieron para nada a la altura. De todos modos hay 2 matices bien distintos:

Actress, encapuchado y sin apenas levantar la vista de su laptop, sacó un sonido pésimo a la Discoteca y la vació casi por completo, perdiéndose en un maremagnun de texturas y sonidos.

Holy Other, hizo lo que sabe hacer, crear como nadie atmósferas oscuras e hipnóticas, pero los organizadores no acertaron con la hora de su actuación, pues hacerlo tras François K propició que la sala se vaciase y la gente se dedicase a otros menesteres. Su actuación en el formato de tarde, con las olas rompiendo en la playa de Riazor y el sol ocultándose en el horizonte hubiese sido de 10. Otra vez será.

Se echa de menos…

Sin duda el formato concierto y el formato dj set más analógico. Todas las actuaciones se concentraron en laptops y controladoras, algo que produce un estado de aburrimiento generalizado.

Fotografías de Beatriz Soldán

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